Uno de los aspectos más interesantes y que dan pleno sentido a la reflexión sobre el conocimiento, es descubrir sesgos, creencias, y falsedades que uno ha asimilado sin saber bien por qué. En Convencidos, pero equivocados, Thomas Gilovich analiza algunas de esas creencias, y explica los motivos por los que, en lugar de poner en práctica hábitos mentales que ordenen con un mínimo de sentido crítico los datos que aporta la realidad que nos rodea, nos dejamos llevar por supuestos “hechos” de los que estamos seguros, pero que no son ciertos. En este libro, Gilovich, aporta ejemplos de los sesgos que afectan a formas de conocimiento como la percepción, el lenguaje, la memoria o la emoción, y creencias sin fundamento en áreas como las ciencias humanas o las matemáticas.